Situado entre Son Servera y Llorenç des Cardassar, es el principal núcleo turístico. Destaca por sus increíbles playas de prácticamente 2 kilómetros de largo, arena blanca y aguas cristalinas y poco profundas, aptas para familias y discapacitados, ya que cuentan con rampas. Además, ofrece numerosos servicios que siempre son bienvenidos; tumbonas, salvavidas, duchas e incluso bares. A esta se le suman otras siete playas:

• Sa Coma: esta larga playa de aguas claras y transparentes situada en un Área Natural de Especial Interés, cuenta con el distintivo de Bandera Azul.  Aquí se pueden contemplar grandes bancos de posidonia, una planta acuática imprescindible para el buen funcionamiento del ecosistema marino, ya que indica el nivel de calidad ambiental existente.

• S’Illot: alberga un antiguo muelle con barcas utilizadas por pescadores y turistas. Cuenta con zona de aparcamiento y accesos para personas con movilidad reducida.

• Cala Bona: siendo la primera de Mallorca en estar certificada por AENOR, es una de las más accesibles debido a la inexistencia de barreras arquitectónicas. Dispone de restaurantes, socorristas y zona de aparcamiento.

• Sa Marjal: es la más alejada del núcleo urbano y de las pocas que admite perros. Su arena es fina y de color grisáceo debido a la acumulación de posidonia. Al igual que Sa Coma, cuenta con el distintivo de Bandera Azul.

• Port Roig: esta playa de arena blanca dispone de zona de aparcamiento, servicio de alquiler de hamacas y sombrillas. 

• Es Ribell: ideal para la práctica de submarinismo y esnórquel, es de arena blanca y grava y cuenta con indicadores de seguridad y servicio de alquiler de hamacas.

 Es Rajolí: es una playa pequeña, pero acogedora y muy limpia a la que se accede mediante una escalinata. Formada por piedras y arena, está rodeada de vegetación y cuenta con sombras naturales.

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